miércoles, 14 de octubre de 2015

¿ME AMAS?








Mira, si estoy loco por tu amor 
que en lugar de huir de ti, 
te pido ayuda

-Siwon… ahh…te…. Amo…- sujeta con más fuerza mis caderas y arremete con  dureza en mí interior, siento dolor pero el jadeo de placer que le escucho me hace olvidar el ardor.

- Hee… Hee… - se corre dentro de mí, el placer me invade y me dejo llevar por el maravilloso orgasmo. – Me encantas… - besa mi espalda y sale de mí. Se mete al baño y escucho la regadera…

Siempre es así, me folla y luego se lava quitando de su piel cualquier rastro de mí. Abrazo mis piernas y miro la puerta del baño, aun espero que sea como antes, cuando me hacía el amor y me rodeaba con sus brazos, me sentía seguro, amado…

Abre la puerta y dándome la espalda se pone su ropa, gateo por la cama para acercarme a él y abrazo su espalda pero él aparta mis brazos, se levanta y sin decir adiós se marcha. 

Dejándome un poco más roto, un poco más muerto…

Mira, si me has hecho enloquecer 
que en lugar de aborrecerte, 
te deseo. 

Le amo, le amo tanto que soy feliz solo con las sobras de amor que me da. Fue mi culpa perderlo, fue mi culpa que dejara de amarme. 

-muero de hambre, vamos al restaurante de Young Woon- me mira emocionado al decir el nombre de su novio.

-no estoy de humor, además ya comí…

Me mira con reproche y me sostiene del brazo con más fuerza de la necesaria -Hee esto ya fue muy lejos, debes comer!- me reprende JungSoo.

-ya comí, comí fruta y un jugo- miento mientras me deshago de su agarre y bajo del elevador, me  dirijo a mí auto, lo escucho gritarme pero solo enciendo el auto y conduzco hasta mí departamento. Tan pronto entro me recuesto en el sofá y miro por la ventana, no enciendo la luz, no me apetece ver lo vacio que se ve sin sus cosas. Hace ya dos años que se fue… que se caso con ella…

Cuanto desearía odiarlo pero no puedo, hace mucho le entregue mí vida y ahora ya no soy dueño de mí. Tanto dolor, tanto llanto y ¿para qué? Se caso con ella y poco le importo que yo le amara. Incluso ahora no le importa…

Escucho el teléfono y como un rayo me levanto y tan pronto identifico su número contesto- Siwon… sí…. Yo te espero…- ni siquiera deja que termine y me cuelga, dejo el teléfono en su lugar y corro emocionado a arreglarme. Debo verme bien para él, solo para él…

Me miro al espejo de cuerpo completo del baño y me doy cuenta que los huesos de mí cadera se notan cada día más al igual que los de mis costillas, las ojeras son más notorias por mí piel tan blanca pero eso no es lo que llama mi atención. Delineo con mis dedos las marcas de sus caricias, tan hostiles y placenteras.

Suspiro y me doy un rápido baño, me pongo la bata de seda que me regalo en nuestro primer aniversario y me dedico a secar mi cabello mientras lo espero sentado al borde de la cama.
Vamos a decirnos la verdad 
tú te aprovechas de mi, 
y yo te amo 

Entra sin mirarme, se quita la corbata, desabrocha su camisa y pantalones, y sin previo aviso ya está sobre mí. Sus manos recorren mí cuerpo con urgencia, con desesperación. Separa mis piernas y se quita su camisa, percibo una fragancia demasiado dulce y al instante sé que es de ella, estuvo con ella, la tuvo entre sus brazos, la beso.

Siento asco y mí primer impulso es quitarlo de encima pero sin preparación alguna me penetra, grito de dolor y lagrimas caen por mis mejillas, entierro mis uñas en su espalda mientras me enviste con fuerza.

-Hee….ahhh… Hee… - muerde mí hombro y yo muerdo mis labios con tanta fuerza que los perforo, puedo saborear el sabor metálico en mi boca mientras me aferro a su espalda en un intento inútil de apaciguar el dolor. Sus dedos se entierran en mis caderas mientras me levanta y azota contra la pared.

-ahh…mmgh…- jadeo de dolor pero a él parece no importarle mientras gime y embiste.

-eres mío…- gruñe mientras se corre en mi interior, se recarga en mí relajando su respiración, sale y deja caer mis piernas. Tan rápido como se aparta yo caigo al suelo dándome un gran golpe en mí maltrecho trasero. No digo nada, tampoco lo miro solo intento cubrir mí cuerpo con la bata.

-ven a la cama… - dice simple y yo como un completo idiota asiento. Me levanto lentamente sintiendo como su esencia se resbala por mis piernas. – Quítate eso… - lo miro y está completamente desnudo sobre la cama con su pene erecto apuntando con virilidad a su abdomen. Me paro lo más derecho que el dolor me deja y dejo caer por mis hombros la bata.  - eres precioso… - se levanta, rodea mí cintura y me acerca hasta él enterrando su rostro en mí cuello- amo tú aroma… amo el sabor de tú piel…- cierro los ojos mientras besa, lame y chupa mí cuello a su total antojo.

-¿y de ella que amas?- suelto sin más. Tan pronto lo digo se aparta de mí y me mira a los ojos.

-te amo HeeChul…- me besa, me besa de forma dulce y yo como un imbécil lo olvido todo y me dejo llevar por su toque, lo dejo hacer conmigo lo que más le plazca.

Vamos a decirlo de una vez 
¿cómo puedes tu ser libre? mientras yo soy... 

-¡¡Hee!! ¿Qué diablos te paso?- se acerca preocupado Jung Soo al ver las heridas en mí labio y algunas marcas en mí cuello que el maquillaje no cubrió del todo. Me encojo de hombros y lo aparto sin darle importancia.- HeeChul, ¡no es justo!- grita exasperado y me abraza.-esto no está bien, por favor Hee deja esa tonta relación que solo te destruye…- lo aparto sin decir nada y me voy a mí oficina, tan pronto cierro la puerta las lagrimas caen y me abrazo intentando no quebrarme, al menos no físicamente pues emocional ya soy una mierda.

Respiro profundo mientras estiro mí cuerpo, duele un poco pero es reconfortante pese a que he estado todo el día sentado terminando los retoques para la portada de la revista de esta semana, mando a imprimir y acomodo todo en una carpeta para llevarla a la oficina de Jung Soo.

No quiero verlo y mucho menos quedarme solo con él así que dejo la carpeta con su secretaria y me voy lo antes posible. Llamo el elevador y divago mientras lo espero.

-los Choi van a festejar el segundo aniversario de su hijo en el Imperial Palace

-¿seguro? Yo había oído que las cosas no estaban bien en ese matrimonio, hay muchos rumores de que él tiene una amante- se acerca a su compañero para murmurar lo ultimo pero puedo oír claramente su conversación.

-¿estás loco? Si tuviera un amante no estarían buscando tener un hijo…

-eso nada tiene que ver, claro que buscan un hijo alguien debe heredar toda la fortuna Choi y con eso de que la hermana se metió de monja… - hace un gesto con las manos mientras entramos al elevador-  el problema es que no muchos medios están invitados y se rumora que quizá nosotros no estemos invitados….

-al diablo cada día vamos de mal en peor…- bufa molesto- pero el editor es muy amigo de Choi Siwon, quizá solo sea un tonto rumor como él que decía que él era Gay…

-no compares…- ríe divertido ante las ocurrencias de su amigo- mejor ¿qué vamos a cenar hoy?  

-monito no compre nada…

-Hae pero surtir la despensa te…..- salen del elevador y yo me quedo parado como idiota, “¿un hijo? Un hijo… ¿de él con ella?....”

-¿no vas a bajar?- miro aturdido a Kyuhyun y de forma automática salgo del elevador y camino hasta mí auto. No lloro, simplemente las lágrimas no salen mientras conduzco hasta mí departamento. No quiero ir a encerrarme ahí y tan pronto me doy cuenta estoy fuera de un bar.      

Preso de la cárcel de tus besos 
de tu forma de hacer eso, a lo que llamas amor 

Las copas pasan una tras otra y no consigo quedar inconsciente, aun duele, aun me siento escoria.
Una chica con piernas bonitas se sienta junto a mí y de forma coqueta toca mí pierna, no la detengo, la dejo continuar mientras yo me acerco y beso su cuello, sus labios pero esos labios saben a alcohol y cigarrillos baratos y el asco me invade. La alejo y salgo lo más rápido que puedo y por primera vez en toda la noche me siento tan mareado y aturdido que caigo al suelo impactando mí cara con el asfalto. Me quedo quieto esperando poder enfocar antes de levantarme cuando unos brazos por más conocidos me levantan en vilo por las axilas de forma brusca.

-¿Qué diablos te pasa? – me avienta en el asiento y me coloca el cinturón, aprovecho la cercanía y tomo su rostro besándolo, el alcohol me tiene torpe pero consigo acercarlo un poco más. –Sabes a alcohol, me da asco…- se aparta y cierra con fuerza la puerta. Conduce hasta mí departamento y tan pronto él auto se deja de mover yo bajo y vomito, no quiero ensuciar su pulcro auto, le doy asco y es lo que me repito mientras lo aparto y me arrastro hasta la puerta.- eres patético, deja de comportarte como un niño berrinchudo!!- me levanta por los brazos y el brusco movimiento solo logra marearme más, me aferro a sus brazos pues una sensación de vértigo me invade.

-bájame… por favor- hace caso omiso abre la puerta, me lleva directo al baño y me mete a la regadera, doy un grito al sentir el agua fría y me remuevo tratando de escapar pero su agarre es fuerte que me lastima- me… duele… suéltame… duele…- digo apegándome a la pared y abrazando mis piernas.

-báñate…- sale y me deja ahí, mis lagrimas no tardan en aparecer y de pronto me siento culpable, culpable por no ser lo suficientemente fuerte, culpable por hacer que este aquí conmigo en lugar de con su esposa y estúpido por no ser capaz de olvidarlo.

Aun me siento torpe mientras lavo mí cuerpo, me sostengo de la pared pero de nada sirve cuando caigo de lado, mi costado duele y puedo ver como un enorme hematoma se comienza a formar en mí brazo, muslo y cadera. Todo mí cuerpo duele y rezo para que él ya no esté cuando salgo del baño envuelto en una toalla, hago todo lo posible por no mirar mí reflejo en el espejo ¿debería quitarlo?

-¿te lavaste la boca? – doy un brinquito cuando escucho su voz en la obscuridad de mí habitación, no puedo verlo pero siento su mirada recorrer mí cuerpo. Me estremezco y aferro con más fuerza la toalla a mí cuerpo mientras asiento.    

¡Preso! abrazando tus cadenas 
condenado a lo que quieras, y hasta que quieras, amor

-ven…- se acerca y frota mis hombros, yo no lo miro- estas muy delgado…- acaricia mi cuello, miro su pecho desnudo y no me atrevo a soltar la toalla- tu pelo creció mucho, me gusta… pero tú te ves hermoso con el pelo corto o largo…- peina mí pelo con sus dedos y con toda delicadeza acaricia mí mejilla hinchada, yo cierro los ojos y me tenso por su toque.- duele…- siento sus labios en mi mejilla mientras rodea mí cintura y me apega a su cuerpo, mis defensas quedan hechas trizas cuando con dulzura posa sus labios sobre los míos. Suelto la toalla y rodeo su cuello con mis brazos mientras doy paso libre a su lengua a mí boca.

-Simba… - jadeo cuando me deposita sobre la cama y recorre mí cuerpo desnudo con la lengua, juega con mis pezones y  acaricia mis piernas, yo me aferro a la sabana mientras me deshago en jadeos- más…. Siwon… por favor…- mete mi miembro a su boca y succiona desde  la base hasta la punta, separo mis piernas y comienzo a dar envestidas a su boca para sentir más contacto. Deja mí pene y succiona mis testículos sin dejar a acariciar mis piernas y abdomen.

-me encanta que seas tan receptivo…- mete su lengua a mí entrada y todo lo demás desaparece, me siento por un minuto amado y me aferro a que por primera vez en dos años para él no solo es follar.

-Siwon…. Por favor….te…te necesito…- gimo y suplico presa del placer pero él quiere jugar y yo que haga lo que más le plazca conmigo. Succiona mis piernas mientras me dilata con sus dedos, el placer me invade cuando sus dedos tocan mí próstata, el sudor invade mí cuerpo y él se limita a lamer y chupar cada pedazo de piel a la que tiene acceso. Agrega un tercer dedo y lo mueve en círculos y tijeras, de mí pene sale liquido pre-seminal y bajo mi atenta mirada lo lame y chupa, mete su lengua en la hendidura de mí pene y sin poder evitarlo termino en su boca.

Mi cuerpo queda laxo sobre la cama mientras coloca mis piernas sobre sus hombros y con ayuda de su lengua humedece mí entrada, jadeo ante la sensación y me éxito sin poder evitarlo- Siwon…- besa mí cadera y sube hasta mi rostro me besa de forma demandante y posesiva y yo gustoso le rodea la cadera con las piernas mientras me penetra, se queda quieto esperando a que me acostumbre- te amo… Siwon…- comienza a envestir con fuerza mientras nos besamos de forma inconstante, trato de no pensar en que él no me ama, trato de no pensar en lo mucho que me duele y me limito a entregar todo mí amor, en cada beso, en cada caricia y en cada te amo que le susurro muy bajito por miedo.

Sus envestidas son más fuertes y certeras y dan de lleno en mí próstata, sostiene mis manos a cada lado de mi cabeza- córrete Hee…córrete para mí…- dice mientras muerde mis pezones,- ahhh….Siwon…Siwon…. Siwon…- me corro de forma tan estrepitosa que mí cuerpo se arquea, aprieto mi entrada alrededor de su pene y tras unas envestidas más se corre llenando mí interior de una forma por más deliciosa.

Se deja caer y yo lo rodeo con los brazos de en un intento idiota de que no se aleje, sus manos recorren mis costados y con delicadeza pasa las yemas de sus dedos por el hematoma de mí cadera.- ¿te caíste?

-Me resbale en el baño

-Debes tener cuidado…- se levanta, deposita un beso en mis labios y se pierde en el baño. Mi pecho duele  y simplemente me cubro con la ropa de cama y cierro mis ojos entregándome a los brazos de Morfeo.

Mira si estoy tonto de verdad 
que pienso que si obras mal 
es culpa mía

La cabeza me estalla cuando abro los ojos y miro la luz filtrarse por la ventana, me levanto y con los ojos cerrados me meto a la ducha. Quizá un buen baño me relaje.

Ya paso una semana desde que estuvo conmigo, una semana en la que me entere que su esposa no puede tener hijos, una semana en la que aparece protector y como todo un buen esposo con esa mujer…

Quiero odiarlo, deseo tanto poder odiarlo… un mensaje me saca de mis deprimentes pensamientos y me quiero morir cuando veo de quien es.

“Querido HeeChul, lamento mucho no poder haber pasado a tu casa esta semana. Como sabrás las cosas no están yendo como esperaba y ahora tengo que arreglar algunos asuntos familiares.
Choi Siwon”

Seguramente cree que con el “querido”  cubre el frio mensaje. Boto el estúpido teléfono lo más lejos que puedo y me sumerjo en la tina.

-vamos a bailar con unos chicos del trabajo…- Jung Soo sacude mi brazo mientras intenta convencerme de salir esta noche.

-no estoy de humor, además estos días me he sentido muy cansado…- me recuesto en el sofá y él hace lo mismo abrazándome.

-Hee no creo que sea bueno que te encierres, él es un hombre casado y que pronto será padre…

-¿Qué?- me levanto de golpe y lo miro aturdido.

- su padre quiere que cubramos la nota sobre la adopción. Ellos van a adoptar…- me siento destruido, vacío y un completo idiota.

-me voy a arreglar, no tardo…

Después de una hora estamos en un antro Gay al centro de la ciudad, la música resuena en cada rincón del local mientras cuerpos sudados y calientes se rozan con descaro. En otra época esto sería el mejor momento para encontrar con quien follar pero ahora…

“Ahora estoy solo y sigue siendo una oportunidad para follar” me digo al recordar al estúpido de Siwon. Me levanto y voy al centro de la pista, un chico alto y bastante guapo atrapa mí cintura y me apega a él, me dejo llevar por la música y su cuerpo y le doy paso libre a tocarme.
Su tacto es gentil y provocativo pero no me complace, necesito ese toque rudo y amoroso, ese toque que hace que las piernas me tiemblen y manda corrientes de excitación a mí miembro. Su aliento en mi cuello me provoca incomodidad pero me esfuerzo por no apartarme. Intento dejarme llevar cuando siento como el cuerpo caliente se aparta de forma brusca.

Abro grandes mis ojos cuando veo a Siwon golpear con odio al sujeto, varios hombres lo intentan detener pero él esta como poseído mientras lo golpea…

-¡¡BASTA!!- grito a todo pulmón mientras lo intento alejar, él no me mira pero toma mí mano y me saca arrastras de ahí, escucho los gritos de Jung Soo pero todo pasa tan rápido que cuando logro reaccionar estamos en un callejón y el golpea todo lo que se le pone enfrente.

-¿Qué jodidos haces Kim HeeChul?- dice de forma fría mientras me acorrala contra la pared.

-seguir con mi vida- no puedo evitar que mí afirmación suene a pregunta mientras evito su mirada.

Mira si me has hecho no ser yo 
que en lugar de hacerte daño 
te protejo. 

-¿y yo? ¿Yo dónde quedo? – su semblante se torna triste y una gran culpa me recorre el cuerpo.

-perdón, perdón…- lo abrazo y comienzo a llorar – perdóname amor… por favor perdóname…pero… duele mucho…- todo se torna negro cuando a lo lejos escucho a Siwon llamándome.

Abro los ojos con pesadez y la luz impacta contra estos segándome por segundos, intento levantarme pero un mareo me obliga a recostarme de nuevo.

-tranquilo, no te levantes...- me acomoda las almohadas Jung Soo.

-¿dónde estoy?- pregunto confundido.

-en el hospital cariño, te desmayaste y el señor Choi te trajo…- acaricia con ternura mi cabello. Yo no puedo evitar buscarlo con la mirada. – Se fue, su esposa lo llamo y él se fue- cierro los ojos, ya no quiero llorar.

-¿Cuándo me puedo ir?

- el doctor quiere hacerte algunos estudios. Hee estas bajo de peso y…

-no digas más, solo… quiero dormir un poco- no quiero escucharlo, no quiero pensar, no quiero nada… me acomodo de lado y cierro mis ojos, estoy cansado y no me es difícil quedarme dormido.

- ¿cómo es eso posible?- escucho a lo lejos como Jung Soo habla con el doctor.- pero… doctor tiene que ser un error o una broma de muy mal gusto…- se escucha disgustado y nervioso pero el cansancio puede más conmigo que no logro escuchar con claridad.

- no es una broma y créame que estoy tan sorprendido como usted, estos casos son muy raros y apenas los estamos estudiando… - dejo de prestar atención y me cubro con la almohada para no escuchar.

-HeeChul ¿qué haces?- quita la almohada de mí cara.

-ya me quiero ir…- digo simple.

-tenemos que hablar…- dice serio y llama al médico.

Vamos a decirnos la verdad 
si te pudiera borrar 
te borraría 

Jung Soo se fue hace unas horas, desde que salí del hospital viene a dejarme hasta mí casa después del trabajo, supervisa cada comida y me recuerda tomar mi medicamento.
Mi teléfono vibra y sin mirar sé que es otro mensaje de él, abro el mensaje y lo leo de forma rápida.

Querido Hee, necesito verte. Por favor deja de ignorar mis mensajes. Cariño...”
¿Cariño? Ese imbécil, me deja botado en el hospital y ahora me llama cariño… respiro un par de veces para calmarme y sigo leyendo.

cariño no piense mal, ese día tenía que ir con… ella. ¿Sabes cuánto deseo estar cerca de ti? Tocarte, besarte, fundirme en tu cuerpo…
Por favor, se que Jung Soo dijo que no me acercara a ti pero no puedo. Te necesito.

Dejo de leer cuando me doy cuenta que me estoy dejando llevar, que si sigo leyendo le marcare y rogare por un poco de atención…

No puedo, no debo. Me repito una y otra vez mientras camino de un lado a otra en la sala. Hago todo lo posible por no llamar, por odiarlo o por el simple hecho de que no existiera…

¿Qué clase de vida llevaría ahora? No puedo evitar hacerme la pregunta ante tal idea, “seguro serias más feliz…”, lo dudo, no sería feliz. Jamás habría conocido el amor y jamás…



No puedo mentirme, lo amo pero este amor es unilateral y solo consigo dañarme. Adiós Choi Siwon. Borro el mensaje y me recuesto en el sofá sosteniendo con fuerza el teléfono.

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