miércoles, 23 de septiembre de 2015

EL DIARIO SECRETO DE KIM HEECHUL Y CHOI SIWON

Recuerdan que al final de "DECLARÁNDONOS" Hae menciona un diario del Sichul... bueno pues aquí les traigo la continuación :3 el diario!!
(debo aclarar que las imágenes que pongo las saco de internet, solo pongo en Google y lo que me arroje. Así que todos los derechos a quien las edite

(Nadie absolutamente nadie debe conocer su contenido, estas más que advertido que morirás de la manera más cruel y sádica si te atreves a ignorar esta sutil advertencia. O en su defecto arruinare tu vida sexual para el resto de tu existencia. )

Con estas simples pero aterradoras palabras cuatro chicos se disponen a arriesgar algo más que solo sus vidas; sus valiosas, sagradas, amadas y adoradas vidas sexuales. ¿Y es que quien en su sano juicio se atrevería a llevar le la contraria a Kim HeeChul? Aparentemente solo ellos (y quizás un líder con complejo de madre que  planea un escarmiento bien merecido, pero esa es otra historia).

-¿lo tienes? –pregunta en un susurro Hae.

-claro- responde Hyuk mientras mira a ambos lados. –Entren- le hace señas a  Kyu y Min.

-¿qué hacen ellos aquí?- pregunta un curioso pez.

-venganza- contesta a coro el KyuMin tan pronto Hae hace la pregunta.

Una muy dulce y merecida venganza, una que han planeado incluso más que sus sesiones de sexo en lugares públicos (fantasías morbosas que Min exige cumpla su “lobito”) y es que aun no pueden hacerlo como dios manda gracias a que cierta Cinderella chismosa colocara cámaras en todas, y sí,  todas  las habitaciones (sí, incluso en el baño).  Pero su mayor molestia no era en sí por las cámaras, no, por supuesto que no, ellos incluso planeaban pedirle la grabación de su último encuentro en la cocina, su problema es que uno de esos dichosos vídeos había terminado en el montón de películas familiares de la sala y un buen domingo cuando sus familias los fueron a visitar la dichosa película se mostró a sus padres.

 DE ELLOS.

FOLLANDO.

Y no solo el follar convencional, o no, era una de esas sesiones con Min vestido de colegiala y juguetes por nada “inocentes”.  Y no es que les preocupara que sus padres se enteraran de que son pareja porque eso ya lo sabían, el punto fue que ¡los vieran tener una sesión de sexo digno de película porno!

El señor Cho se había llevado a su hijo con un cura para que se confesara y planeaba llevarlo con un psicólogo por las cosas que le hacía al “dulce e inocente” Sungmin, cosa que no pasó gracias a la intervención de su queridísima hermana. Y ni hablar del pobre conejo al que su madre miraba con cara de “no-puedo-creer-que-tú-mi-inocente-bebe-hagas-esas-cosas”.

El horror.

Pasaron barios meses para que las cosas volvieran a la normalidad pues cada vez que su padres los veían juntos corrían a separarlos como si fueran a tener sexo con ellos presentes.

-vengarse ¿por qué?-pregunto un distraído pez mientras acariciaba descaradamente la pierna de su monito.

-el vídeo prohibido Hae- contesto entre dientes Hyuk ante la mirada contrariada de su pez.

-¡ah! ese vídeo. Pero ustedes tuvieron la culpa por no decir que Hee tenía cámaras. Si hubieran dicho Jung Soo-hyung lo hubiera reprendido y nada de lo que les paso hubiera pasado- finalizo un inocente Hae.

-¡ya! Cállate. ¿Quieres el diario sí o no?-respondió un alterado Kyu.

-¿ustedes que ganan con esto? Porque nosotros planeamos que la publicación sea anónima- dijo distraídamente Hyuk.

-sí, sí, ustedes hagan lo que quieran. Nosotros solo queremos que transcriban y luego ya sabrán.- contesto de mala gana Kyu.

-¿ósea que solo quieren que trabajemos por ustedes? –recrimino Hae.

-por última vez ¿lo quieres sí o no?- Kyu agito molesto el diario entre sus manos.

-pues sí, sí lo quiero- contesto el dulce pez mientras lo tomaba de entre las manos de Kyu.
Y tras ignorar la amenazante nota en la primer pagina comenzaron con su tarea, el HaeHyuk en agradecimiento a sus elve, efl, elf, como sea,  y el Kyumin en venganza a su felino Hyung.

*****

¿Cómo comenzar a describir la mejor noche de nuestras vidas?
¿La mejor?
¿Por qué escribes cuando yo escribo?
Pensé que lo haríamos juntos
Yo escribo, tu solo recuérdame los detalles que yo olvide

*******

-¿Hae por que escribes su conversación?- pregunto un curioso mono.

-duh, porque está escrita en el diario- respondió el chico cara de pez como si fuera lo más obvio.

-¡ya! Dejen de parlotear y apúrense- recrimino un muy ocupado Kyuhyun que devoraba con devoción los labios del rubio debajo de él.

-todavía de que no hacen nada- murmuro por lo bajo el Eunhae y prosiguió en escribir.

********

O.K amor ¿pero cómo comenzaras?

Pues… cuando desperté. Sí comenzare por ese momento. Ya no me interrumpas.
Desperté un poco aturdido después de haber sido atacado en la sala del departamento de mi Simba. La habitación estaba negra como boca de lobo, intentaba acostumbrar mi vista cuando una luz roja ilumino la habitación, la iluminación era pobre pero logre distinguir una silueta cerca de la puerta.

-¿Quién quieres?- pregunte alarmado- ¿Dónde está Siwon? ¡Siwon! ¡Siwon!- comencé a gritar y a moverme y entonces me di cuenta de que estaba esposado, de piernas y manos a la cama con solo una camisa puesta.

-tranquilo amor, no hagas eso. Te puedes lastimar esa dulce piel.- me respondió el hombre mientras se acercaba hasta mí. Y fue entonces que mi cerebro conecto todos los cabos sueltos, esta era la habitación de invitados del departamento de mi Simba, (casi vacía salvo por la cama y un pequeño mueble junto a la puerta) y el hombre parado a los pies de la cama era él.
Siwon. Con solo un bóxer negro entallado que marcaba su prominente erección.

-¿qué diablos crees que haces Choi Siwon?- pregunte en el tono más lúgubre del que fui capaz.

Pero eso solo me éxito más

Simba, te dije que no interrumpieras.

Amor, de hecho lo escribiste… ya no escribo más.

Bueno.

-tranquilo cariño- susurro Simba mientras acariciaba con delicadeza mi tobillo.
Yo no estaba asustado, más bien comenzaba a excitarme ese lado dominante de mí Simba. Lentamente comenzó a acariciar mi pierna y mi muslo hasta llegar hasta el límite de la dichosa camisa, el cual no era muy lejos de mi entre pierna, cerré mis ojos esperando una caricia en esa zona pero este nunca llego. En cambio comenzó con las mismas caricias en la otra pierna.

-Simba~~ ¿por qué no tocas más arriba? –pregunte de forma sensual mientras movía mis caderas intentando levantar la camisa.

-no, no~~ cariño ahora y aquí mando yo- su aliento choco directo en mi entrepierna cuando con sus dientes volvió a colocar en su lugar la camisa.- vamos a jugar – dijo en voz ronca mientras se dirigía hacia el mueble y tomaba una tela negra, se acerco a mí y la coloco sobre mis ojos.

-¿Simba que haces?- dije algo…

¿Temeroso?

¡¡Simba!!

Dije algo CONFUNDIDO. Tardo un rato en responder y por un momento creí que se había marchado hasta que sentí su peso sobre la cama y su aliento chocar  contra mi cuello.
-si adivinas con que te estoy tocando te doy un premio pero si no lo haces te castigare- su aliento chocando contra mi piel más el calor de su cuerpo me hacían sentir confundido pero con una simple afirmación con mi cabeza di luz verde para comenzar su juego.
Abrió mis piernas y con sus manos fue acariciando desde mis tobillos hasta mi ingle.

-¿Qué es amor?

-tus…ma…manos-  (¿por qué lo escribes así?) (Pues porque así lo dije)

-no, no pero por ser tu primera vez te daré otra oportunidad- y dio un apretón muy cerca de mi miembro que me estremeció.- dime, cariño, ¿que tienen mis manos?
Necesite concentrarme en lo que sentía pero me era muy difícil cuando sus manos recorrían con descaro mis piernas y el interior de mis muslos. Con mucho esfuerzo logre darme cuenta de que sus manos se deslizaban con mucha facilidad, facilidad que brinda la crema. –crema… ¡CREMA!

-¿seguro? ¿Qué tipo de crema, amor?- ¡ah! ¡Por el dios del sexo! ¡Pues una maldita crema que me hace sentir caliente y excitado! ¡Bingo!.

-una… cre ah!...afrodisiaca- conteste a duras penas.

-muy bien cariño, muy bien ahora sigamos con el juego- sentí sus manos deslizarse por mi vientre hasta llegar a mi pecho y de un solo jalón sentí como la camisa se rasgaba. El frio de la noche choco contra mi cuerpo desnudo y me estremecí como hoja al viento. Mi cuerpo ardía por culpa de la dichosa crema y por si fuera poco estaba más que excitado por no saber que me aria.  Sentí como su peso cambiaba de posición, como acodándose.
Algo frio y duro recorrió mi pecho y no pude evitar jadear ante el cambio tan brusco de temperatura.

-¿qué es amor?- pregunto mientras su aliento chocaba contra mis labios.

-¿hielo?

-no.- fue su escueta respuesta. ¡Por el dios del sexo que estaba a punto de mandarlo a la mierda y yo solucionar mis putos problemas con mi entrepierna! –te daré otra pista.
Escuche el descorchar de una botella y después como el frío líquido caía sobre mis labios, mi cuello, pecho y se detenía a la altura de mi abdomen; saque mi lengua para probar el líquido y al instante sus labios se apoderaron de los míos. Succiono mi lengua de la forma más erótica, jale de las esposas en un acto desesperado por tocarlo, por envolver mi cuerpo entorno a su duro cuerpo, una necesidad inhumana por sentir el rose de su piel mientras mordía y besaba mis labios. Un beso con sabor a café, su sabor, y con el sabor frutal y alcohólico del vino.

Necesitaba que me tocara, solo su toque era capaz de calmar las llamas que envolvían mi cuerpo y me sentí tan satisfecho cuando lentamente recorría con su lengua el mismo trayecto del vino. Y sus manos, esas grandes y hermosas manos, recorrían mis costados con tanta devoción y delicadeza.

Su lengua traviesa limpiaba los restos del frío líquido cuando llego a mis pezones. Yo creí que no podía sentirme más excitado hasta que sujeto entre sus dientes mi erecto pezón. Mordía y succionaba de manera alternada mis pezones mientras yo desgarraba mi garganta en gemidos de placer, el más puro placer del que he tenido conciencia. Arqueaba mi espalda todo lo que podía por seguir disfrutando de su boca. Pero lentamente siguió su recorrido por mi abdomen.

-¡oh! ¡POR TU DIOS, SIWON!- fue lo que grite cuando enterró su lengua en mi ombligo, mi cuerpo formo un arco mientras las esposas de mis muñecas y tobillos se apretaban más en mi piel.
La punta de mi pene rosaba descaradamente contra su pecho mientras daba embestidas profundas. Estaba cerca muy cerca de llegar al clímax cuando el maldito de Siwon se separo.

-¿ahora ya puedes decirme que es? –pregunto con voz ronca. No pude evitar expulsar un gruñido de molestia antes de responder.

-vi-no.- fue todo lo que dije antes de soltar un gemido muy poco masculino.

-muy bien corazón. Muy bien.- decía mientras colocaba algo alrededor de mi pene, sin llegar a tocarlo. ¿Qué diablos? Era lo único coherente que podía pensar mientras esa “cosa” apresaba a mi necesitado pene.

-Siwon, por favor Simba.- suplicaba ¿y qué suplicaba? ¿Que continuara? ¿Qué se detuviera? ¿Qué me follara como era debido?

-tranquilo amor, ya viene la mejor parte.- susurro muy cerca de mi entrada. ¡POR EL DIOS DEL SEXO! Su lengua se deslizaba con tanta parsimonia desde mis testículos hasta mi entrada…
Quería correrme pero la “cosa” que Siwon me había puesto me lo impedía.-Simba…qui…ta…ah!- no pude terminar la oración ya que su lengua se hundió tan profundo en mi interior que incluso sentí pequeñas convulsiones de placer.

Muy en el fondo sabia que me estaba haciendo daño en la piel con las esposas pero el placer que sentía era diez veces mayor que cualquier otra cosa; su lengua entrando y saliendo, lubricando y extendiendo mi entrada. Pero el muy maldito paro de golpe, saco su lengua y dejo de tocar mi piel.

¡VOY A EXPLOTAR! ¿La combustión humana es real?

-muy bien amor ahora, ¿dime qué es?- y sentí como introducía algo duro y frío en mi interior. Un jadeo de incomodidad salió de mis labios cuando de golpe introdujo el largo objeto.

-es… un…- no podía concentrarme. ¿Y es que como jodidos concentrarme cuando eso entraba y salía de mí rozando mi punto dulce?

-¿Qué es?- dijo en voz apremiante. -¿QUÉ ES? dije- y la cosa comenzó a vibrar.
No podía, mi cuerpo ya no podía tenía que liberarme o me volvería loco, tanto placer inundaba mi cuerpo que simplemente no podía unir una idea con otra.

-vibra…vibra…ah!... ¡por favor!- lagrimas salían por mis ojos mientras apretaba con fuerza mis puños. Podía sentir las esposas enterarse en mi piel y atravesarla.
Intente cerrar mis piernas pero él me lo impidió. Su mano se deslizo todo el largo d mi pene quitando la “cosa” que me impedía liberarme.

-libérate para mi, amor. Córrete. –era una orden. Pero joder si esas simples palabras no me llevaron al orgasmo más espectacular. Mi cuerpo se arqueo y cerré con fuerza mis ojos, detrás de mis párpados luces de colores bailaban y de mis labios un gemido-grito inundo el silencio de la habitación.

A lo lejos se escuchaba el zumbido del vibrador pero estoy tan sumergido en mis sensaciones que me olvido de todo.

Lentamente y con parsimonia regreso de las olas del orgasmo y lentamente abro los ojos.
Siwon está sobre mí, apoyado sobre sus rodillas y manos, me mira fijamente, como embelesado. Siento mi cuerpo como gelatina y ninguna de mis extremidades responde.

Relajado, muy relajado.

-No me dijiste el último objeto.- su mirada tiene un brillo de lujuria pura mientras recorre con su mirada mi cuerpo desnudo.

-claro que sí- respondo en un tono demasiado alto y chillón.

-Está bien pero…-abro la boca dispuesto a objetar algo pero él deja caer su pelvis sobre la mía chocando nuestros penes y lo único que sale de mi boca es un sonoro gemido. Siwon muerde su labio para no soltar sonido alguno.- pórtate bien o te volveré a esposar los pies.- dice en tono amenazante.

Y es cuando me doy cuenta que ya puedo mover con toda libertad mis piernas pero lastimosamente  mis muñecas siguen apresadas.

Comienza a gatear sobre mí hasta que su duro miembro queda justo enfrente de mi cara y después se levanta sin más. De golpe me gira y mi cara queda pegada a la almohada.

-no sabes las ganas que tengo de follar esa dulce boca pero más adelante…- me dice muy cerca de mi oído en un tono de clara promesa y no puedo evitar  jadear deseoso. Con sus dedos delinea el contorno de mis labios e introduce un dedo, con mi lengua lo acaricio, él comienza a acariciar mis glúteos y a restregar su miembro en mi entrada. El deseo se dispara por mi cuerpo y para provocarlo succiono su dedo como si de su miembro se tratara un jadeo sonoro y masculino escapa de sus labios y me estremezco cuando su aliento choca contra mi espalda.

Desliza sus dos manos por el largo de mi espalda y se detiene en mis glúteos, los acaricia y estruja. Lentamente separa mis glúteos y siento la punta de su pene rosar mi entrada, presiona sin llegar a penetrar y eso solo me provoca.

-vamos, entra.- giro el rostro para hablar.

-¿es una orden?- me pregunta mientras entierra su pulgar en mi ano. Gimo y muevo mis caderas de manera involuntaria. - ¿quieres tener mí pene  aquí?- y mueve el jodido dedo. Y estoy duro de nuevo.

Gimo. Gimo. Es todo lo que mi consiente es capaz de hacer.

Saca el bendito dedo y de un solo movimiento se entierra hasta lo más hondo de mi, nuestros gemidos se mezclan, sus manos sujetan con fuerza mis caderas y comienza con movimientos suaves pero certeros.

Calor. Mucho calor.

Las esposas se aprietan con mayor fuerza mientras muevo mis caderas al encuentro de las suyas, sus dedos se entierran en mi cadera y de alguna manera me hacen sentir seguro; como si fueran mi único soporte para no colapsar ante tanto placer.

Desliza una mano hasta mi necesitado miembro y lo aprieta arriba y abajo al ritmo de sus estocadas. ¡NO PUEDO! Soy incapaz de soportar tanto placer. Su pene da con fuerza en mi punto dulce y yo me deshago en gemidos.

-ah! Más…más…MÁS!- es todo lo que puedo decir cuando siento como todos mis músculos se tensan.

-córrete, vamos córrete para mi Hee- sus gemidos, su pene impactando mi próstata y su mano bombeando mi pene me llevan a una asombrosa explosión.  Grito su nombre cuando me corro y mis paredes internas lo aprisionan.  Un gemido de placer absoluto sale de sus labios, sus estocadas se vuelven más rápidas hasta que vacía toda su semilla en mi interior.

Se deja caer sobre mí, lleva sus manos hasta las esposas y las abre. Mis brazos duelen así que solo los dejo donde están. Intento que mi respiración regrese a la normalidad pero es difícil cuando él sigue dentro de mí.

Se recuesta a mí lado y me gira para poder quedar de frente a él. Llevo mis manos hasta mi pecho, de pronto me siento muy avergonzado. Sujeta con cuidado mi muñeca y la inspecciona…

-lo lamento- dice mientras besa mis lastimadas muñecas. Las marcas son más escandalosas que otra cosa, solo duelen un poco pero las gotitas de sangre no ayudan.

-tranquilo. Pero tú tendrás que hacer de mi enfermera.- Me apego más a su cuerpo y sin dudar me rodea con sus brazos. Da pequeños besos por mi cara.

-¿podemos ir a un cuarto más…normal? – pregunto mientras me acurruco en su pecho y enredo mis piernas con las de mi Simba.

-¿Qué tiene de malo este?- pregunta inocente.

-quiero dormir. Y este cuarto es un poco…raro…- contesto mientras lo miro a los ojos. Él solo sonríe y esos hermosos hoyitos en sus mejillas se forman.

-¿quieres que lo desmantele?- ¿lo quiero? ¡NO!

-no, la verdad me gusta. Pero quiero dormir en un lugar más normal.- respondo tranquilo mientras me separo de su cuerpo y me giro para ponerme de pie.

Me toma de la cadera y me jala hacia él y cundo menos me doy cuenta me está cargando al mismísimo estilo princesa.

-¡ya! No soy una chica- le riño pero el solo ajusta su agarre y sale por la puerta, atraviesa el pasillo y entramos a nuestra habitación. La luz me siega por unos momentos pero me hace sentir relajado cuando veo una habitación normal frente a mí.

Quita el cubre cama junto con la sabana y con mucho cuidado me deposita sobre la cama. Por algún motivo me sorprende lo fuerte que es ó lo ligero que soy. De cualquier forma es por eso que me confunden con una chica. Delgado, sexy y con buen cuerpo… solo yo. ;)

Sí, mi sexy chico de hermosas piernas.

Claro, Simba ¿y si ponemos cámaras? ¡SIWON! No me toque ahí

Haha ¿por qué lo escribes? No importa, mejor creemos un nuevo relato para esta cosa___________

*****

-eso fue largo- susurra un cansado pez

-hasta que terminamos, ya me duelen los dedos de tanto teclear- se queja con un puchero el monito.

-¿ya? Estupendo ahora mándalo a mi correo. Y dame eso que tenemos que devolverlo. – recrimina Kyu mientras le arrebata el “diario” al pobre Hae y se va junto con el conejo ganoso a su habitación.

Satisfechos, unos por complacer a sus lindas, sexys y fieles ELF y otros por llevar a cabo el mejor plan de venganza que pudieran ser capaces de crear.

-vamos adormir Hyukii, estoy cansado- dice Hae con un puchero que Hyuk no es capaz de ignorar y cual koala se lo lleva hasta la cama.

A dormir. ¿Enserio?
  

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